El rastro del dinero defraudado por Alberto González Amador, la pareja de Ayuso, nos lleva hoy hasta EEUU. Después del fraude a Hacienda, el experto en negocios sanitarios creó una sociedad en Boca Ratón, cerca de Miami, que está gestionada por un agente especializado en inversiones inmobiliarias. Nada más crearse, la empresa facturó unos 620.000 euros, según cálculos independientes. En esa sociedad, González Amador tiene un socio, con el que también comparte una empresa de alojamientos turísticos en Madrid. Aquí todos los detalles. Mientras tanto, en Madrid, el Ayuntamiento ya tiene sobre la mesa una denuncia por posible "infracción urbanística" en la residencia donde vive Isabel Díaz Ayuso. Asegura Más Madrid que hay indicios de que la pareja hizo obras para conectar con el ático de lujo inmediatamente superior, sospechosamente a nombre del abogado de González Amador. Te recuerdo que el concejal y la funcionaria que negaron la licencia de esa obra fueron relegados de sus puestos. Y ahora sí, lo desagradable. Aquí tienes la frase literal que Miguel Ángel Rodríguez mandó el martes por la noche desde su teléfono a varios periodistas: "Empleados de eldiario encapuchados intentaron acceder a la casa de la presidenta. Nunca se ha visto este amedrentamiento en democracia". Es un bulo delirante, que medios como Libertad Digital, El Debate y El Confidencial Digital decidieron publicar no solo sin hacer ninguna comprobación básica, sino adornándolo con otros detalles contradictorios. Las Asociaciones de Periodistas califican esta infamia como un "ataque" con el que Ayuso busca "intimidar a los profesionales de la información y amordazar la libertad de prensa". Ignacio Escolar ha escrito sobre "uno de los episodios más indignos" que ha sufrido "en 30 años como periodista". Y, como pasó cuando denunciamos las primeras amenazas, algunos intentan quedar bien en público. El portavoz del Gobierno de Ayuso dice que tiene un "absoluto respeto" a los medios de comunicación. Y Miguel Ángel Rodríguez, quizá como estrategia de defensa jurídica, ha hecho lo mismo que cuando dijo que las amenazas a elDiario.es fueron una pelea entre amigos: admite que fue él el que difundió el bulo, pero que fue "una conversación personal" y no en nombre de su Gobierno. Ya está el daño hecho. Porque además esto siempre es una bola de nieve que crece descontrolada. A las pocas horas de que el jefe de Gabinete soltara su barbaridad, llegó Jiménez Losantos para subir la apuesta, haciendo un llamamiento a la violencia contra periodistas-encapuchados que no existen, pero que ahora sus oyentes vinculan con nosotros. De verdad, espero que no tengamos que lamentar nada. Lo único útil del bulo de MAR es un detalle, una pequeña parte de su mensaje: habla de "la casa de la presidenta". Nos habían dicho que Ayuso no tiene casa, que el piso del millón de euros pagado tras el fraude fiscal era cosa de él, aunque ella coyunturalmente viva allí. Pero para denunciar a periodistas-fantasma, ya sí es "su casa". No es un tema menor. El ministro Óscar Puente ya llama a Ayuso "partícipe a título lucrativo" del fraude de su pareja. |
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