La corrupción y la mala reputación sigue persiguiendo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, o al menos a su familia. El Debate ha podido saber que la Policía Nacional desarticuló, con Sánchez ya en La Moncloa, una banda dedicada a la explotación de mujeres extranjeras sin documentación a las que obligaban a prostituirse. El lugar donde se produjeron los hechos fue un prostíbulo ubicado en Segovia y cuya propiedad es de la familia de Begoña Gómez, la mujer del dirigente socialista.
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