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Querido lector: A estas horas del día ya sabes de sobra que el Papa Francisco ha muerto. Y seguramente habrás leído y escuchado mucho acerca de las cosas que lo hicieron diferente: su espontaneidad, su austeridad y la sencillez de la que quiere hacer gala hasta el último día, con un entierro más simple que el de sus predecesores.
Todo eso está muy bien y ayuda a perfilar a la persona detrás del hombre que ha ocupado la silla de Pedro desde 2013. Pero yo quiero recordar de él una enseñanza que le iguala con cualquier pastor de la Iglesia. Una lección que dio a una pareja de novios hace unos años, pero que sirve para cualquiera de nosotros indistintamente de nuestro estado civil. A estos jóvenes les dijo: «Peléense todo lo que quieran con tal de que hagan la paz antes de que acabe el día. Nunca se vayan a dormir peleados, el día tiene que terminar en paz (...) porque la Guerra Fría del día siguiente es muy peligrosa». Es un consejo sencillo, pero rebosante de Verdad.
Sorpresa. Esa ha sido la primera sensación porque Francisco estuvo hasta ayer mismo pegado a sus fieles y obligaciones papales. La segunda ha sido agradecimiento a su profundo legado.
El uso de los tres ataúdes respondía al protocolo vaticano. El primero era de madera de ciprés e iba forrado con terciopelo carmesí, el segundo era de zinc sellado y, el último, el visible, de madera. Pues bien, todo esto será distinto a partir de hoy.
Quedan casi tres semanas para que tengamos un nuevo heredero en la silla de Pedro, pero ya hay algunos nombres muy presentes entre quienes trabajan con la actualidad vaticana.
Y tras la información más urgente, tiempo ahora para hacer un balance. Si tienes 25 minutos, tienes una oportunidad de disfrutar de este documental que hemos preparado sobre Francisco. Y lo mismo digo sobre el especial que te adjunto más abajo.
Qué importante una familia que se comunica y que toca este tipo de materias. Las líneas escritas por Rosa Bergoglio a su nieto tuvieron un lugar privilegiado dentro de la oración del Papa.
Muchas gracias por elegirnos una noche más. Pero sobre todo, muchas gracias por escogernos en un día como el de hoy, con tantos periódicos informando sobre el mismo asunto. Sin más, que pases una buena noche y que apliques en la medida de lo posible ese consejo del Papa que rescatábamos al comienzo: «Nunca se vayan a dormir peleados, el día tiene que terminar en paz (...) porque la Guerra Fría del día siguiente es muy peligrosa».
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