Un niño y una niña entraron al plató desde donde se emitía el tercer y último debate electoral de los candidatos a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. Primero el niño y luego la niña formularon cada quien una pregunta para los tres aspirantes, Clara Brugada (Morena), el panista Santiago Taboada y Salomón Chertorivski, de Movimiento Ciudadano. De pronto se sintió como una ocurrencia, a saber de quién. ¿Era necesario ese toque infantil en un encuentro en el que los debatientes suelen decirse toda clase de lindezas? Quizá sí. El uno preguntó por las propuestas para que la infancia mexicana no tenga que malvivir en la calle, sino en un ambiente feliz y sin carencias, y la otra, por el programa de los partidos para un medioambiente saludable, cuestiones ambas que podría haber formulado cualquiera, incluidos los dos periodistas moderadores.
En el segundo debate presidencial se emitieron preguntas grabadas de ciudadanos desde distintos lugares de México. Oportuno que la población pueda intervenir en primera persona en el devenir político del país, que se le dé voz y que obligue a los candidatos a contestarle con seriedad y sin eludir lo que una persona les está preguntando, aunque no se consiga del todo. En el caso de los niños, sin embargo, más parecía una comedia navideña de final de curso que llenó las redes de comentarios dulzones. El debate, por unos momentos, tuvo una nota infantilizante que se observaba como un intento de sacar del tenaz aburrimiento la hora y media que duran estos duelos en los que no se aporta mucho más de lo que los ciudadanos escuchan cada día en los actos de campaña.
Repeinados y vestidos con unos chalecos de campamento escolar, Christofer y Aby se presentaron, preguntaron y se quedaron escuchando. La expresividad de la muchacha era digna de unas buenas risas. Trataba de mostrar un entendimiento cómplice con las respuestas que le dirigían y hacía muecas de lo más chistosas que podían leerse con socarronería: “¿Ah, sí? ¿no me diga usted? Órale, qué cosas. Bueno, bueno, ¿usted cree? ¿será verdad? Ya veo, ya”, que de haber sido verbalizadas habrían sido del todo elocuentes. Se veía descreída más que convencida, por más que ensayara lo contrario con su lenguaje gestual. Qué risa. Si lo hubieran hecho los moderadores se habrían ganado una regañina por imparcialidad, pero qué quieren, era una niña y lo hizo lo mejor que pudo, que fue mucho. Tanto, que su carita parecía decir lo que nadie se habría atrevido, o sea: “Que sí, que sí, que no me cuente usted pamplinas”. Desternillante.
Decía Chertorivski: “Los niños y niñas de 1º de primaria irán al bosque a plantar un árbol…”. Y Aby abría unos ojos en los que se leía: “¿Huy, ¿me lo promete?”. Santiago Taboada aseguraba: “Tú y yo, Aby, estamos respirando mucho smog”. Y Aby parecía pensar: “Ay, sí, sí, ni que usted lo diga”. Seguía el candidato: “Vamos a hacer una gran planta para tratar las basuras y las vamos a convertir en energía para llevarla al Metro y que mucha gente deje su coche…”. Y Aby respondía en silencio con una incrédula boca abierta. Si la candidata Brugada prometía reciclar “todos los pendones [electorales] y convertirlos en mobiliario urbano”, la niña de 10 años ponía caritas de sorpresa y de quien ya sabe, aunque se empeñe en disimularlo, que los Reyes Magos son los padres y no suelen reciclar.
Si lo que andan buscando los candidatos al finalizar estos encuentros son memes virales, las caras de Aby dan para un año entero. Quizá solo fue una ocurrencia la de llevar a los niños al plató, pero al menos consiguieron levantar unas carcajadas en el plúmbeo debate. Quién fuera niño para haber puestos esas muecas a los candidatos cuando prometen cosas. Quién fuera niño para creer imposibles o para no creer lo que parece verdad. Para dar por bueno que las basuras acabarán poniendo el Metro de la ciudad a toda máquina o que los cartelones electorales serán mañana bancos para sentarse. Quién fuera niño para decir, de una vez por todas, con carita inocente, que el emperador está desnudo y no hay quien lo vista. Aby dijo lo que muchos piensan.
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