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Iván Márquez, el histórico jefe guerrillero de las FARC y desertor del Acuerdo de Paz de La Habana, quien se rearmó y creó la Segunda Marquetalia, reapareció en los últimos días ante la incredulidad de los colombianos. Lo hizo desde las fronteras del país y de la muerte, del limbo donde se creía que estaba desde un atentado con explosivos en 2022 que supuestamente lo había matado un año más tarde.
El sábado, sin embargo, se lo vio vivo en un video que se transmitió en un evento en Puerto Carreño (Vichada) hasta donde llegaron los reporteros de este diario Juan Pablo Vásquez y Chelo Camacho, que accedieron al documento audiovisual. En el video de 16 minutos, Márquez lanza un largo discurso con una frase que resulta, en palabras del periodista Juan Diego Quesada, “un abrazo del oso al Gobierno”: su apoyo la propuesta de Constituyente que viene mencionando hace semanas el presidente Gustavo Petro.
El Gobierno se ha llamado a silencio. No parece un respaldo muy conveniente. Solo el ministro de Defensa, Iván Velásquez y el Alto Comisionado, Otty Patiño salieron a medios a certificar que el video es real ante quienes, sin mayores elementos de juicio, plantaron dudas de que fuese creado con Inteligencia Artificial. Patiño dijo que en febrero pasado se reunió con él para dar paso a una negociación con la agrupación armada que comanda Márquez.
Las palabras de Márquez sobre la constituyente no son gratuitas. Como apunta el senador Ariel Ávila, la Segunda Marquetalia está derrotada por el Estado Mayor Central, la otra disidencia de las FARC, así que el guerrillero está buscando un lugar. “Cuando Márquez apoya al Gobierno no es para joderlo, es básicamente para decir que su grupo se siente identificado con ese proceso, para negociar rápidamente. El Gobierno tendría que responder acelerando la negociación”.
La historia de las muertes y ahora la vida de Márquez tiene cola larga: en 2022 le hicieron un atentado con explosivos en su campamento en la zona del Orinoco, en la frontera entre Colombia y Venezuela. Se supo que había quedado malherido porque la explosión le causó heridas en una pierna, la pérdida de un brazo y esquirlas en la cabeza, y por las brumosas informaciones de “inteligencia” se decía que estaba siendo atendido en un hospital de Caracas.
En julio de 2023, sin embargo, varios medios de comunicación colombianos reportaron que había muerto. Sus antiguos compañeros de armas lo lamentaron, muchos ciudadanos lo dieron por cierto, hasta que apareció en una grabación dirigida a sus tropas. “Abel Antonio (en referencia a un vallenato) no muere todavía, Abel Antonio muere cuando Dios lo necesite”. Ahora aparece para ratificar, una vez más, su resurrección y sobre todo buscar una nueva oportunidad ante un país al que ya una vez le falló tras un proceso de paz. |