Hola queridos lectores,
Esta semana tuvimos una exclusiva: conseguimos entrevistar a Giorgio Jackson, el líder de Revolución Democrática, cinco meses después de su salida del Gabinete. Había guardado estricto silencio y esta semana, tras interponer tres acciones judiciales por injurias, calumnias y difamaciones, habló con EL PAÍS sobre todo. La arremetida que emprendió “para intentar resarcir en algo su honra”, su salida del Gobierno –una decisión difícil, dijo, por su relación estrecha con el presidente Gabriel Boric–, el caso Convenios, la fundación Democracia Viva, el futuro del Frente Amplio, la derecha y el Gobierno.
Estuve con él el domingo por la tarde en la sede de Revolución Democrática, en calle Esmeralda. Jackson, al que Chile entero vio como dirigente universitario desde 2011, diputado, jefe de campaña de Boric en la presidencial 2021 y luego ministro (de la Segpres y del Ministerio de Desarrollo Social), estaba solo en la casona. Su jockey en la mesa, unos chicles, su billetera, el notebook. Lo había entrevistado en dos ocasiones: en la casa familiar, cuando era un universitario, y en la época de parlamentario. En esta ocasión –Jackson está por cumplir los 37 años–, lo encontré luego de lo que califica como una tormenta perfecta. Sus declaraciones de 2022 sobre una superioridad moral de su generación –que en esta entrevista explica–, luego el escándalo de la fundación Democracia Viva que protagonizan tres militantes de Revolución Democrática, el robo de 23 computadores y una caja fuerte del Ministerio de Desarrollo Social y, tras las presiones sobre todo de la UDI, su renuncia al Gabinete el 11 de agosto.
Lo vi diferente. Como me comentó alguien tras la publicación de la entrevista en EL PAÍS, mostró su “lado apaleado, arrepentido, madurado”. Jackson hizo un análisis de su comportamiento político. “Me tengo que hacer responsable: creo que por mis acciones, por mis dichos, por distintas cuestiones, hubo gente que sencillamente no me tenía la mejor simpatía, ni política ni personal. Y eso es también un aprendizaje para mí: el poder comprender que pequeñas acciones que se dan a lo largo del tiempo tienen como consecuencia que en los momentos difíciles hay gente que prefiere mirar para el lado o aprovecharse de la situación para pegar. No puedo victimizarme frente a eso, sino sacar aprendizajes y tratar de recomponer todo lo que se pueda con esos sectores”, aseguró el ingeniero civil a este diario.
Pero junto con este reconocimiento y un análisis político de fondo –“ni la velocidad ni la vocación transformadora que llegó con el Frente Amplio han podido materializarse”, concedió–, Jackson anunció que no se retira de la política, pese a los rumores. “Me es muy difícil imaginarme sin estar vinculado a la política”, se tituló la entrevista. “Voy a estar muy ocupado ayudando en lo que se pueda a la conformación del partido Frente Amplio, de la unificación que se está discutiendo y tiene que sancionarse, y de la estrategia con miras a los próximos hitos electorales”, explicó. El mayor aliado político de Boric, que antes de los 40 años ha vivido varias vidas en política, no se jubila. En este caso, una vez más, adquiere sentido que nadie está muerto en política. En Chile, ya lo hemos visto muchas veces.
Los invito a leer la entrevista. |