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Otra vez los buitres amenazan a 54 familias en Lavapiés. Es el pan de cada día. En este barrio, el mío, nunca se puede bajar la guardia. Leo hace un par de días que @radiolavapies publica en su Instagram que el edificio de viviendas de la calle de Tribulete, 7 va a ser comprado por el fondo Elix, cuyo presidente es Claudio Aguirre, primo de la expresidenta regional Esperanza Aguirre. Si la transacción se produce, el desahucio entra en escena como la espada de Damocles. Por eso, los vecinos han organizado nueve conciertos simultáneos dentro del mismo bloque para protestar haciendo alarde de la riqueza y la diversidad del barrio, precisamente lo que se está destruyendo ahora en pos del alquiler turístico.
Con este panorama de fondo, este sábado a las 14.30 una familia latina ofrecerá un espectáculo de cumbia, el flamenco vendrá de la mano de una familia gitana, las músicas balcánicas de otra de Europa del Este, un trío de jazz en el patio… Como colofón final, todas las familias interpretarán una pieza musical conjunta desde sus balcones, un reflejo de la hermandad que caracteriza a Lavapiés. Es una forma alegre de lucha en medio de la adversidad, pero la música esconde detrás un drama que también nos pertenece.
“Nosotros representamos a todo ese tejido social que ha hecho tan atractivo este barrio. Entre mis vecinos los hay que tienen niños, otros que son jubilados, de esos con pensiones obreras que con su trabajo contribuyeron a levantar este país. Este es nuestro hogar, nosotros no nos queremos ir; ellos [el fondo Elix] representan la codicia, nosotros somos vida, nosotros somos el barrio”, cuenta en el vídeo de la red social una de las afectadas, una mujer latinoamericana de mediana edad.
Otra declaración es de una madre española, que sale mirando a cámara con su bebé sobre las rodillas: “Llevo viviendo aquí 12 años con mi pareja, ahora también con nuestros hijos de tres años y de siete meses. Si nos echan para nosotros sería muy complicado, porque los niños están en el colegio y en la guardería pública del barrio, y en este momento Lavapiés a nivel de alquileres está imposible. Para poder encontrar un piso para los cuatro tendríamos que gastar entre 1.300 y 1.500 euros, y eso es más de lo que gano. Sería usar mi sueldo completo para pagar el alquiler…”.
Poco más que añadir. Solo queda la esperanza de que los ciudadanos, unidos, pongan freno a la especulación, a un turismo que ante todo tiene que ser sostenible para que no arrase con lo que nos define. Apoyar a 54 familias vulnerables, y mejor si es con música de por medio, es estar en el lado bueno de la historia que, entre todos, escribimos. O como diría Violeta Parra, cantautora chilena cuyas letras sonarán este sábado en la calle de Tribulete: “Gracias a la vida, que me ha dado tanto. Me ha dado la risa y me ha dado el llanto. Así yo distingo dicha de quebranto. Los dos materiales que forman mi canto. Y el canto de ustedes que es el mismo canto. Y el canto de todos que es mi propio canto”. |