| | | | | | | | | | | Bieito Rubido | | Director de El Debate | | | | Estimado lector:
El asunto que marcó la actualidad de la semana que termina es, sin ningún género de dudas, los aranceles que Estados Unidos, a través de su presidente, Donald Trump, quiere imponer al resto del mundo. La decisión de arranque es un error. La economía abierta y global ha supuesto un gran progreso económico para los norteamericanos. Tal vez, como todo movimiento, la globalización merece un replanteamiento y una corrección. Ahora bien, mejor mercados abiertos que autarquías comerciales. Tengo para mí, sin embargo, que Trump solo está poniendo en marcha un órdago sobre el que está dispuesto a negociar y que, al final, la sangre no llegará al río, aunque las bolsas se estén pegando un buen batacazo, y eso nunca es buena noticia. | | | A España, de todos modos, no le afectará mucho esta guerra económica desatada por Trump. Nosotros exportamos a Estados Unidos en torno a 20.000 millones de euros. Básicamente calzado y productos agrícolas. Automóviles apenas enviamos; eso le afecta más a Alemania. Acero y aluminio, los españoles ya los fabricamos dentro de los propios territorios norteamericanos. No por ello deja de perjudicarnos, aunque el efecto más grave es la recesión global que podría desatarse por el terremoto económico provocado por el presidente estadounidense. Ahí está el problema.
Conviene destacar que tanto China como la UE ya venían imponiendo aranceles —que no dejan de ser impuestos— a productos procedentes de EE. UU. Tampoco seamos ingenuos en esta materia. No pretendo defender a Trump, pero sí colocar sobre el tapete del debate todos los elementos que nos permitan dimensionar en su justa proporción el alcance de este seísmo. Creo que es más grave la reacción que inevitablemente se desata en el estado de ánimo de los actores económicos del mundo entero que las consecuencias reales. Es más emocional que material. | | | Lo que ya me irrita especialmente es la sobre actuación del inquilino de la Moncloa, Pedro Sánchez. De nuevo, aprovecha una coyuntura internacional en la que tiene poco que pintar para ponerse al frente de una reacción de España absolutamente falaz. Ya había anunciado, al inicio de la pandemia de la COVID, que iba a movilizar 200.000 millones de euros. Un bulo como una casa. Ahora, de nuevo, presenta otro plan absolutamente mentiroso, donde mezcla churras con merinas. Estamos esperando que sea cierto todo lo que lleva anunciando para el plan de vivienda o para los afectados por la DANA o el volcán de La Palma. Mentira tras mentira, falsedad tras falsedad. Menuda maldición nos ha caído a los españoles. Menos mal que ya pasó un mes y ya solo faltan 27 meses para que se vaya, porque antes no lo hará, pierdan toda esperanza. Atentamente. | | | | | | | Esta newsletter no se genera de forma automática, ha sido confeccionada para los lectores de El Debate por: | | | | Bieito Rubido Director de El Debate | | | | | |  | | | | |
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