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La Casa Blanca pronto estará habitada por Donald Trump y será el lugar de trabajo de su equipo. Por ahora, el presidente electo y sus asesores trabajan desde Florida para elegir a los colaboradores de su próximo gobierno. Entre ellos se encuentra Robert F. Kennedy Jr., elegido para secretario de Salud. RFK Jr., como a veces se le conoce, ha expresado abiertamente puntos de vista poco ortodoxos en materia de salud que parecen tener eco entre muchos estadounidenses, tanto los desencantados con los servicios de salud del país como los escépticos de algunos principios básicos de la medicina moderna. Así lo explicaba un artículo poco después de las elecciones presidenciales. La visión del mundo de Kennedy se plasma en dos de sus estribillos más frecuentes: "No hay nada más rentable para gran parte del sistema de salud que un niño enfermo" y "Las agencias de salud pública se han convertido en títeres de las industrias que se supone que deben regular".
Kennedy, abogado ambientalista que no tiene títulos profesionales en salud pública ni en medicina, ha dicho que quiere que EE. UU. vuelva a ser un país saludable y que va a impulsar una mejor alimentación. También ha expresado, entre otras cosas, que las vacunas deberían ser opcionales (aunque insiste que no es antivacunas) y que no debería añadirse flúor al agua potable. RFK Jr. ha dicho que deberían retirarse las regulaciones de la FDA a, por ejemplo, psicodélicos, vitaminas, la ivermectina, leche bronca o terapias con células madre. De todas sus posturas, destaca particularmente el de la vacunación, un asunto que desde la pandemia de coronavirus se volvió un asunto político controversial. Hace poco se dio a conocer que, en el proceso de selección de los funcionarios del gobierno entrante, Kennedy se apoya en Aaron Siri, un abogado que ha solicitado a las autoridades que revoquen la autorización a la vacuna contra la polio. Siri también representa a una organización que le ha pedido a la FDA que deje de distribuir 13 vacunas en el país. "Se trata de una perspectiva escalofriante para muchos líderes de la salud pública, especialmente para quienes recuerdan las consecuencias mortales de algunas enfermedades disminuidas por las vacunas", escribieron Christina Jewett y Sheryl Gay Stolberg en una nota reciente que profundiza en el trabajo de Siri y su estrecha relación con Kennedy. Entre dichas enfermedades, que otrora mataban o lisiaban a grandes cantidades de niños, están el sarampión, el tétanos y difteria, flagelos ahora olvidados por muchos. Aquí tenemos una guía sobre las más importantes. Y, desde la sección de Ciencia, Apoorva Mandavilli responde una pregunta que está en la mente de algunas personas: ¿es verdad que las vacunas sobrecargan el sistema inmunitario de las personas? Te invito a que lo leas. ¿Alguien te reenvió este correo? Haz clic aquí y empieza a recibirlo directo en tu buzón.
Rincón de los lectores
La semana pasada se estrenó Cien años de soledad, una adaptación de Netflix de la obra del nobel colombiano Gabriel García Márquez. (Ya antes se habían mostrado los primeros capítulos en Cuba). En este reportaje tenemos un detrás de cámaras de la realización, hecha en Colombia, y a continuación, presentamos una breve selección de comentarios al respecto de nuestros lectores, editados por claridad y extensión.
—Patricia Nieto produce y edita este boletín. Hasta mañana. Si te gustó este boletín, compártelo con tus amigos, colegas y seres queridos (y no tan queridos). Y por favor, cuéntanos qué te parece.
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martes, 17 de diciembre de 2024
Robert F. Kennedy Jr., las vacunas y la salud pública
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