Para Irán Sosa (Ciudad de México, 43 años) e Isabel Cortés (Cali, Colombia, 41 años) la maternidad era casi como un destino impuesto e inamovible. Nunca, hasta que llegaron a su edad adulta, se habían planteado que ser madre era en realidad una opción, una decisión de vida que ellas mismas podían tomar sobre sus propios cuerpos. Ambas quisieron buscar si es que allá afuera, en el mundo, había más mujeres cuestionándose lo mismo y compartiendo experiencias que pudieran guiarlas. No las encontraron por ningún lado y decidieron comenzar ellas mismas. Así nació Nunca madres, una comunidad latinoamericana, en español, que acompaña a aquellas mujeres que se encuentran en un momento vital —llenas de dudas y de mucha culpa— en el que todavía no saben si quieren o no convertirse en madres.
Cuando cumplió 37 años, Irán Sosa comenzó a sentir la necesidad de tomar la decisión sobre convertirse en madre. Nadie la presionó, y tampoco, explica, nada externo influía para que ella se sintiera apresurada para decidirse. Se había casado hace poco tiempo, y lo que más le preocupaba era su “reloj biológico”. Intentó de todo, desde ir a terapia hasta métodos poco menos convencionales, que la llevaran a conectar consigo misma. “Es un proceso emocionalmente complejo, sobre todo porque no hay una comunidad; aunque tengas grandes amigas o una gran pareja, no necesariamente se pueden relacionar con las emociones que vives. Y porque toda mi vida yo pensé que sí iba a ser mamá. Ya tenía el nombre de mi hija, ya sabía perfectamente a qué escuelas quería llevarla, y de repente en mis últimos veintes me di cuenta de que era una opción más, que si quería podía ser mamá, pero en realidad, igual y no”, explica.
Sosa trató de buscar espacios por internet y no encontró más que algunos en habla inglesa en los que había tanta crítica que incluso rozaba la violencia en contra de mujeres que habían decido maternar. Hasta que en medio de todo ese ruido encontró un proyecto con el que se sintió identificada y cobijada. Era un espacio en inglés, así que comenzó a intercambiar mensajes en ese idioma, hasta que un día ambas interlocutoras se percataron de que eran latinoamericanas, la que escribía del otro lado a Sosa era la colombiana Isabel Cortés. Así que decidieron que había que crear un espacio en español que pudiera apoyar y acompañar a mujeres como ellas.
A diferencia de Sosa, para Cortés la decisión fue mucho más fácil. “Crecí pensando que iba a ser mamá. Nunca lo cuestioné mucho. En mis veintes, mientras mis amigas estaban en plan de tener hijos y casarse, yo estaba pensado en otras cosas”, cuenta. Hasta que, cuando tenía 33 años y después de una ruptura amorosa, llegó con su terapeuta y planteó el tema de su maternidad: “Y me dijo: ‘tú sabes que ser mamá es una opción’. Era la primera vez en la vida que yo escuchaba eso. A mis 33 años yo ni siquiera sabía que la maternidad era una opción”. Pero el camino no fue nada sencillo, Cortés recuerda todas las críticas que se fue encontrando cuando compartía su experiencia. “Me sentía loca, empecé a buscar comunidad, no encontré nada y en inglés encontré esa manera de referirse a las madres y a las crías tan agresiva, un odio que yo no entendía. Y como no encontré comunidad, cree la mía”. La creó en inglés, porque no había nadie, en español, hablando del tema. |
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