Este gráfico es una ilusión óptica. A simple vista, parece claro quién va a ganar las elecciones en Cataluña este domingo, según la estimación de la encuestadora 40db. para EL PAÍS. La izquierda, ¿no? No se engañe. En realidad, es complicadísimo. Porque en Cataluña los partidos no están colocados en una línea de izquierda a derecha. Hay otra línea, digamos que vertical, que va desde españolista a independentista. Olvídese de sumas y restas en dos bloques, con eso solo no vale. Saque el cartabón y el compás, porque el espectro político catalán se parece más a un plano cartesiano. Esto no es política, es geometría.
Por eso, decir que el PSC de Salvador Illa va a ganar las elecciones no significa nada. Los escenarios posibles son todos: Gobierno del PSC en minoría, coalición de izquierdas con ERC, coalición nacionalista de ERC y Junts, apoyos de legislatura de unos a otros pero sin coaliciones, apoyos varios de investidura pero no programáticos, tripartito de izquierdas, tripartito nacionalista, nuevas elecciones… Y todo, además, en buena medida dependiente de un personaje imprevisible como Carles Puigdemont, líder de la derecha nacionalista, cuya única y verdadera ambición parece ser volver a pasear por Girona, para lo cual no necesitaba presentarse a nada. Las elecciones se producen justo antes de que la amnistía por la que ha presionado al PSOE sea una realidad, al menos sobre el papel.
A nadie se le escapa que en Cataluña este domingo se vota algo más que el Parlament. El Gobierno de España depende no de uno, sino de los dos partidos mayoritarios del nacionalismo catalán para aprobar cualquier cosa en Madrid. Sí, todo eso también está en juego a partir de lo que pase el domingo.
Hace unos meses nos preguntábamos en la sección El Debate si el Gobierno podía sobrevivir a la inestabilidad parlamentaria, e Ignacio Peyró escribió esto: Sánchez durará hasta las elecciones catalanas. Pues ya estamos aquí.
La situación, en esencia, no ha cambiado tanto. Para hacerse una idea de lo que está en juego, estas son algunas lecturas útiles:
Josep M. Fradera escribe hoy El último héroe de la retirada: “El reencuentro en Cataluña reclama saber dar marcha atrás mucho más que el empecinamiento en aquello que no conduce a ningún lugar”.
Xavier Vidal-Folch tituló Cataluña forcejea con el colapso: “El decenio del ‘procés’ ha generado una situación muy negativa que se va enderezando, pero aún queda mucho por hacer”.
Lluís Bassets escribió sobre El legado extraviado del catalanismo: “Todo lo que se hizo y ha sucedido en Cataluña estos últimos años no sirve para nada. Solo queda humo, palabras vacías”.
Estefanía Molina analizó la sorpresiva retirada temporal de Pedro Sánchez en clave catalana en El aviso de Pedro Sánchez a Puigdemont: “El ‘punto y aparte’ del presidente añade un nuevo eje a la campaña catalana: si el PSC hablaba de dejar atrás el ‘procès’ para atraer voto de Ciutadans, ahora se suma la defensa de la democracia, como opa a Comuns-Sumar”.
Aparte, estas son algunas lecturas de Opinión esta semana sobre otros asuntos que creemos que no se debería perder. Quizá no esté de acuerdo con ellas, pero le aseguro están limpias de bulos y desinformación (las hemos mirado bien, que ahora pasan lista). Que pase buena semana. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario