Muy buenos días, lectores,
Si en el 2023 al interior del Gobierno los cambios vinieron todos de golpe – más de una vez –, en el 2024 van llegando a cuentagotas. Desde finales de enero se oían rumores de un inminente remezón en el gabinete, el que sería el tercero en año y medio de mandato. Se llegó a contar que el presidente Gustavo Petro le pidió la renuncia protocolaria a todos sus ministros, tal como hizo en abril del año pasado, pero desde Presidencia lo han negado tajantemente. Se trató, al aparecer, de una propuesta de Laura Sarabia en un tensionante consejo de ministros. Aun así, cambios sí ha habido, y no son menores; y todavía se ven algunos más en el horizonte. La cautela que contrasta con el comportamiento del año pasado se puede interpretar como una muestra de aprendizaje o una de indecisión, pero todavía hay que esperar para ver sus resultados.
Por un lado, está justamente el retorno de Sarabia a la Casa de Nariño para ser la nueva encargada del Dapre, el organismo que se ocupa de gestionar todo lo que representa la Presidencia de Colombia. Aunque, en realidad, la mano derecha del presidente nunca se fue del todo. Salió durante unos meses después del escándalo sobre el supuesto robo por parte de su niñera de un maletín lleno de dinero y la consecuente investigación extrajudicial que supuestamente Sarabia misma mandó hacer. Pero el pasado 4 de septiembre, Petro la ubicó al mando del Departamento de Prosperidad Social (DPS), una institución de rango ministerial —en esa función estaba Sarabia en la reunión ministerial de las renuncias protocolarias— que tiene un presupuesto de unos 10 billones de pesos, más que la mayoría de las carteras, y es un vehículo crucial para aterrizar la agenda social del presidente.
Más allá del puesto, Sarabia siguió muy cerca de Petro: ahí estuvo cuando el presidente se reunió con los principales empresarios del país en Cartagena en noviembre, lo acompañó a Dubái a la conferencia del clima de la ONU y, más recientemente, viajó con él a la Conferencia de Seguridad de Múnich. Ahora, casi un año después de su salida de la Casa de Nariño, Sarabia recibe el máximo voto de confianza a pesar del escándalo que tuvo en jaque al presidente, y vuelve a ser oficialmente la persona más cercana a Petro. Ese movimiento deja un puesto de vacío en el gabinete, uniéndose a otros que por ahora también están vacantes: el Departamento Nacional de Planeación y el Ministerio del Deporte, cuyas antiguas cabezas renunciaron a sus cargos en las últimas dos semanas. Ante esas oficinas vacías, Colombia se pregunta qué está esperando el presidente.
Aquí, a falta de información concluyente, entramos al fangoso terreno de la especulación, como llevan haciendo los medios del país durante semanas. Pero viendo el contexto en el que suceden estos cambios, y en el que se asignarán estos cargos, los puestos adquieren un peso político especial: el Gobierno se enfrenta a cuatro meses fundamentales para sacar adelante sus reformas en el Congreso, y dar representación política o cuotas burocráticas puede ayudar a conseguir apoyos cruciales. El rumor más sonado es que el Mindeportes terminará en manos de alguien del Partido Conservador, cuyos votos pueden resultar claves si la bancada de Gobierno no logra limar sus diferencias con otros congresistas, especialmente con los liberales en el Senado.
También cabe la posibilidad, claro, de que Petro simplemente esté indeciso, termine por nombrar a personas afines y decida librar la batalla legislativa solamente en el Congreso. Pero lo que está en juego este semestre hace pensar que el Gobierno necesita todas las herramientas a su disposición. Al margen de si se considera esta una manera limpia o sucia de hacer política, la aparente cautela demostrada por ahora podría ser más estrategia que improvisación. Un cambio que puede ser definitivo para un Gobierno desesperado por resultados.
PD. Con este boletín me despido de ustedes. Acaba mi etapa escribiendo esta carta semanal que ha condensado mi visión y lectura de la actualidad del país y a través de la cual he compartido con todos nuestra dedicada cobertura. Ha sido un verdadero placer y un enorme aprendizaje. No tengo dudas de que quedarán en las mejores manos.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario