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Al aceptar la nominación del Partido Demócrata en Chicago, Kamala Harris vistió un traje azul marino sobrio. Se esperaba que llevara el clásico conjunto blanco de pantalón que se popularizó gracias a Hillary Clinton y a sus seguidoras como símbolo de las luchas de las mujeres. Harris, sin embargo, ha marcado cierta distancia con la candidatura de Clinton, incluso en el mensaje transmitido con la ropa elegida para su discurso en Chicago: "Una que no se centraba en su feminidad —o feminismo (eso es un hecho)—, sino en su capacidad para hacer el trabajo", escribió Vanessa Friedman, crítica de moda de The New York Times.
El atuendo telegrafiaba seriedad, capacidad, sobriedad. Y es que Harris se ha inclinado por rescatar su imagen de fiscala dura y competente al apelar a los votantes estadounidenses. Pero, ¿por qué prestar atención a su vestimenta? Vanessa lo explicaba así hace poco: No hay duda de que la moda se ha utilizado como herramienta para desestimar a las mujeres, para asociarlas más con la frivolidad que con los temas serios; lo superficial antes que lo relacionado con gobernar. Pero cuando una mujer es la candidata presidencial de un partido importante, cuando este hecho parece una señal significativa de cambio generacional, ignorar su ropa precisamente por ser mujer es caer víctima del mismo estereotipo. El propio expresidente Donald Trump, el contrincante de Harris, está muy pendiente de estos temas: "No creo que haya habido alguna vez un presidente más obsesionado con la apariencia de otra gente", dijo el escritor Michael Kimmel en una nota reciente. "Este es un hombre para quien las apariencias lo son todo, desde su bronceado falso hasta su corte de pelo y las mentiras sobre su peso. Está obsesionado con el físico". Trump se ha inclinado por vestir los colores de la bandera estadounidense consistentemente como una forma de indicar su lealtad y amor a Estados Unidos con trajes azules (aunque ahora más azul cobalto que marino), camisas blancas y corbatas rojas.
Lo que visten los políticos no se trata solo de un asunto de imagen: desde Steve Jobs hasta Barack Obama han hablado sobre las ventajas de simplificar las decisiones al vestir como una forma de concentrarse en el trabajo. Al abrir el armario, seamos figuras públicas o no, buscamos una forma de expresión personal pero también una suerte de armadura frente a los desafíos que vamos a enfrentar, ya sean en la realidad física (como la lluvia, el aire acondicionado o el calor) o en otros planos, como el laboral o personal. "Para mí, un atuendo siempre puede ayudar en algo. Todo se reduce a la confianza", dijo la tenista Naomi Osaka al Times en una entrevista reciente sobre la ropa que eligió llevar en el Abierto de EE. UU. esta semana. "Te pones un atuendo y es casi como un superpoder de cierta manera. Luego sales a la cancha e imaginas que eres capaz de hacer lo que sea". Si alguien te reenvió este correo, puedes hacer clic aquí y empezar a recibirlo directo en tu buzón.
Ir al cine en 1999El éxito de las plataformas de emisión en continuo, la pandemia y las huelgas de la industria han creado un panorama difícil para el cine y las taquillas. Así que para algunas personas —yo incluida— pensar en el pasado cinematográfico reciente tiene un cierto dejo a nostalgia.
Este año se cumplen 25 años del lanzamiento de algunos grandes éxitos de la pantalla grande: Sexto sentido, Novia fugitiva, El proyecto de la bruja de Blair, 1999 fue uno de los últimos años en los que nadie sabía del todo lo que podía pasar al estrenar una película. No sabíamos lo que queríamos. Teníamos tanto el hábito de ser curiosos como el de ser blanco de la mercadotecnia. Fue el último de los años más arriesgados. Y tal vez toda esa apuesta haya sido un mal negocio. Aún me cuesta creer que ese año haya ocurrido de verdad. Aquí tenemos una lista con algunas de nuestras películas favoritas de ese año de finales de milenio. Te invito a leerla y a decirnos en los comentarios cuál es tu película favorita de 1999 y por qué. (Recuerda que las intervenciones que no estén en español no se publicarán). — Sabrina Duque y Gregory Escobar produjeron y editaron este boletín. Que tengas un fin de semana estupendo. Si te gustó este boletín, compártelo con tus amigos, colegas y seres queridos (y no tan queridos). Y por favor, cuéntanos qué te parece.
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