Toda la información sobre Madrid, de la mano de los reporteros de local ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏
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virginia lópez enano | | La directora de orquesta mexicana Alondra de la Parra. / GIANLUCA BATTISTA | | | |
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Que una mujer sustituya a otra al frente de la dirección de una orquesta es bastante insólito. En España, hay 35 orquestas sinfónicas y solo dos de ellas están dirigidas por una mujer. Así que sí, que sea una directora la que releve a otra es insólito y ayuda a que, si no se puede aumentar, al menos no se pierda ese escasísimo porcentaje femenino en el podio. La semana pasada se supo que Alondra de la Parra sucedería a Marzena Diakun en la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid y esto es también una gran noticia por otro motivo. Me explico. Hace justo un año, el tema estaba candente. El presidente de la Filarmónica de Viena se atrevió a decir en público que no había mujeres preparadas para dirigir el Concierto de Año Nuevo y también estaba a punto de estrenarse la polémica película Tár, sobre una imaginaria y poderosa directora. Se habló mucho de ellas entonces, así que me propuse ir al Real Conservatorio Superior de Música de Madrid para averiguar por qué eran tan pocas. Allí, las estudiantes de dirección también eran un porcentaje reducido: una de cada cinco. Sorprendían varias cosas de esta futura generación. A ellas nadie les había dicho que no podían ser directoras por ser mujeres, algo que las actuales profesionales sí que escucharon. La propia De la Parra me lo contó entonces: “Cuando comentaba a amigos de mis padres que quería ser directora de orquesta, la respuesta inmediata era ‘pero si no puedes porque eres mujer’. Y no lo decían con mala onda, les salía en ese momento”. | | | | | | |
| | La directora de orquesta Marzena Diakun. / AITOR SOL | | | |
Ella no tuvo referentes femeninos en los que fijarse, pero las alumnas con las que hablé en el conservatorio sí. Todas, sin excepción, tenían como modelo a la mexicana Alondra de la Parra. Sin desmerecer a la polaca Marzena Diakun, que es una excelente directora, ninguna la mencionó. El motivo es seguramente que De la Parra tiene mucha más presencia en los medios de comunicación que Diakun. O que, al hablar en castellano, sus entrevistas quizá sean más accesibles aquí para los jóvenes interesados. Pero sea por lo que sea, la mexicana es un ejemplo ahora para muchas. Quizás parezca un detalle tonto, pero tener a una mujer al frente de la dirección de una orquesta en tu ciudad ayuda a que otras niñas y niños vean normal algo que hasta ahora no lo ha sido. Para que ellos se den cuenta de que no tiene nada de raro que una mujer coja la batuta. Eso no solo ayuda a que las niñas descubran una vocación, sino que forma a un futuro público que disfrutará de los conciertos sin los prejuicios que ahora sí existen. A esto ha contribuido también Diakun, sin duda, y con Alondra gana fuerza porque resulta que ya hay muchas jóvenes que admiran su carrera. Ellas tienen ahora en Madrid un lugar para escucharla cuando quieran y esto es muy valioso porque la igualdad aún queda muy lejos para las directoras de orquesta. | | | | | | |
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| | Saúl Hernández, en la colonia Santo Ángel. / DAVID EXPÓSITO | | | |
Mientras descansaban de un baño de aguas termales, dos señoras estadounidenses de unos 60 años ―una se llama Cindy― se metieron en el agua. Una de ellas escuchó cómo Sandra decía algo en castellano y le preguntó si era española.
―Es que yo nací en Torrejón―, le dice. Vivíamos en Madrid y teníamos unos vecinos de los que nos hicimos muy amigos. Su padre era pintor. Se llamaba Garbayo. Fernando Garbayo. ―Fermín, se llamaba Fermín. ―Creo que era Fernando―, replica Cindy pensando que Garbayo puede ser un apellido muy común en España. ―No, se llamaba Fermín y era mi abuelo.
La colonia Santo Ángel, en Ciudad Lineal, se construyó en 1956 para la Cooperativa Autotaxi y, ahora, la transversalidad de sus habitantes sigue dando lugar a conexiones peculiares. Lo cuenta aquí Pedro Zuazua. | | | | | | |
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